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La imagen de la mujer en el románico rural segoviano
¿Te has preguntado alguna vez cómo era la mujer de los tiempos del románico? No, no me refiero a las encumbradas damas de la nobleza de las que todos hemos oído historias, ni a las pobladoras de los grandes nucleos urbanos sino a las invisibles, a las que vivían y morían en las pequeñas villas y aldeas, a aquellas mujeres sin nombre que, de forma anónima, contribuyeron al éxito de la repoblación del sur del Duero, de la entonces llamada Extremadura castellana. Para responder a la pregunta, habría que remontarse en el tiempo a los siglos XII y XIII, a los tiempos heroicos de la Plena Edad Media, y aquí te presento a algunas.
🔎 Sabemos de ellas, a tenor de la documentación medieval, que vivían a la sombra de los hombres, desde una posición de subordinación, en casi todos los ámbitos de su vida. Que la sociedad medieval fue una sociedad masculina es algo indudable. Fueran laicos o clérigos, nuestra historia lleva claramente el asimétrico sello del dominio del varón. Su microcosmos, su familia y el vecindario más cercano, era todo su mundo, un universo muy restringido y con frecuencia agobiante.
Eternamente menor de edad y secundaria sin derecho a premio, la mujer, salvo excepciones en las clases más privilegiadas, no tuvo voto y apenas voz, y eso sin hablar de campesinas, artesanas, viudas pobres, enfermas o marginadas, que compusieron realmente la gran mayoría de la población en la Edad Media. Las mujeres de los tiempos de la repoblación no formaban parte de la clase militar, ni de la política ni de la judicial, ni de la administrativa, ni de la gremial, que empezó a gestarse entonces, y sin embargo fueron repobladoras por derecho propio y contribuyeron al desarrollo y a la cohesión de villas y aldeas.
🎞️ Hacia un retrato de la mujer rural de los tiempos del románico...
📸 Se me ocurre que, quizás, la representación más plástica de la imagen de la mujer medieval en el mundo rural la tenemos muy a mano, sin ir demasiado lejos: quedó plasmada, a falta de otros registros, en los sobrios templos románicos de nuestros pueblos. Posiblemente conozcas muchos de ellos y tendrás forjada una idea al respecto. ¿Coincidirá con la mía? Al menos espero que compartamos que el románico nos invita, entre otras cosas, a comprender cómo se veía a las féminas en esos siglos del cambio, aunque, como siempre, en "minoría" y de forma abiertamente manipulada, orquestada esta vez fundamentalmente por la Iglesia. Ah! que sepas que esta página nada tiene que ver con la historia del arte y mucho que ver con la historia de la humanidad...
Sea románico cortesano - el de las antiguas villas medievales- o románico popular -el de las aldeas- el valor sociológico y etnográfico de su iconografía supera de alguna forma a su atractivo artístico intrínseco, a pesar de un gran inconveniente: el importante deterioro por la erosión común a toda nuestra tierra que hace tan difícil el reconocimiento.
Aun teniendo claro que las diversas interpretaciones de la escultura y la pintura románica pueden ser más que discutibles, mujeres de todas las clases sociales y de todos los estados civiles se asoman, como has podido comprobar, desde las erosionadas decoraciones de nuestros templos y retratan una comunidad parroquial en la que ellas, en segundo plano, nos ilustran sobre esa época en la que les tocó vivir.
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